Para los amantes de la cerveza (entre los que me cuento) os presento a continuación una curiosa golosina, sí amigos, mi época de combinados, ballantines y vodkas pasó y actualmente me encanta engullir todo tipo de cerveza cuando salgo de fiesta con los amigotes, mientras veo un partido de fútbol o mientras veo cómo España gana el Mundial de Baloncesto. Mi pasión por la cerveza se desató en mi época que estuve de erasmus en Alemania (hace 3 años, snif, vamos a rememorar un poco esa época) dónde además eso se acrecentaba con el pfand, una fianza que pagabas por cualquier envase que te era reembolsada al devolver la botella o vaso vacío. Los alemanes no eran muy dados (aún me pregunto porqué) a devolver el envase y entonces el genio (rastrerillo) español salió a relucir, haciendo de basurilla de botellas y llevando 4 ó 5 a la barra, uno conseguía pagarse otra nueva y fresquita, bien sólo diré que yo recuerdo una vez entrar en una fiesta en un local en Aachen con 5 euros encima y sereno, y salir de la fiesta a altas horas de la madrugada con 15 euros y borracho como una cuba.

Ains, qué tiempos aquellos, bueno, la historia avanza y ahora me ha hecho recordar esa época esta golosina en cuestión: son unas gominolas con sabor a cerveza. Mientras algunos se ponen las manos a la cabeza criticando que un sabor tan “para adultos” esté disponible en formato gominola y por tanto accesible a los chavales, yo aplaudo la iniciativa, pues el caramelo no contiene alcohol alguno y lo que seguramente generará en el público infantil sea asco y desprecio que con el tiempo (y la edad) irán apreciando.

Mándame dos cajas (con pfand, claro) :P

(Vía popgadget)