Hola soy un gerente de consultoría y me molo nenitas, hago posturitas delante el espejo y soy supermegachuli de la vida, “adorable” (pronúnciese esto con acento inglés aunque no exista tal palabra) y te la voy a meter doblada, tres de cada dos veces que hables conmigo, por eso me pagan la ostia, perdón por la ordinariez, pero es que es así.

Mira que en tal proyecto “estratégico” tienen un “marrón”, bueno no, ya sabéis como es esto, jeje, una oportunidad de proyección, así que voy a cambiar de proyecto a dos o tres pringadetes de estos que llevo, estos consultorcillos de tres al cuarto, sep seguro que con un poco de mi labia habitual, les vendo la moto, los recoloco como expertos en este pedazo de marrón y luego ficho a dos o tres recién licenciados que les suplirán en el proyecto actual, yo gano, ellos pierden, ¿todos contentos? Bueno no, pero yo me salgo con la mía y así es como va.

Vamos a llamar, Oye Pepe, sí, mira que ha salido un proyecto que viene que ni pintado para tu perfil, vas a ser lo más, el proyecto es interesante, tu carrera va a ascender, harás cosas nuevas, buscan un tío con clase como tú (en este momento no puedo reprimir una amplia sonrisa) y cuando me lo han propuesto me he dicho: esto es para Salva Pepe, así que nada te he propuesto, eres nuestra primera opción eh, mañana te presentas allí y te cuentan más detalles eh, a vivir que son dos días, ya te llamo, venga chato… ciaaaaooo. Pringao.

Voy a ver a cuanto han subido las acciones de la compañía.