Y ya me han largado del proyecto. Ala mañana a otra cosa, la verdad que el cliente este parecía complicado de llevar, estaba en el culo del mundo y era tecnológicamente arriesgado (que por un lado está bien pero por otro te puedes pegar una castaña más gorda, reconozcámoslo). Además me han metido allí como último recurso a ver si podía echar una mano a la gente que estaba allí y vaya si se la he echado: al cuello, no les he aportado más que problemas y al final antes de irme, haciendo la prueba final se ha solucionado sin hacer yo nada un pollo que tenían montado de la ostia y vamos que hayamos encontrado una solución les ha puteado más que otra cosa, pues cuando ya dábamos todo por perdido y podrían haberse largado a casa, seguramente a estas horas estarán todavía allí en el culo del mundo dos compañeros dándolo todo por la patria.

Yo de verdad os lo puedo jurar: nunca entenderé los intrincados caminos del azar.