Hace tiempo que tengo unos Senheiser CX-300 que van con los tapones de silicona “desanivelaos” es decir que llevo uno más grueso que el otro porque perdí uno de ellos y no tenía recambios. A parte que los cascos ya no son lo que eran dos años y medio más tarde, el uso, el desgaste ha hecho mella en ellos y últimamente notaba que aislaban muy poco y encima parecía que la música se oía en un tono más grave. Además que tenía que subir mucho más que en un principio el volumen de mi iPod.

Así, aprovechando que hoy me he pasado por el fnac, he decidido renovarlos y darles puerta (bueno ahora me servirán como backup y para el trabajo). He estado primero con los SE110 de Shure en una mano, 99 euros y los JBL reference, 95 euros en la otra. Un día me compraré los Shure, aunque Samuel me recomendó que ni pensamientos de comprarlos, que sonaban a lata y si tengo que deciros la verdad esas palabras que me dijo en su día y el hecho de que valen 100 eurazos, me ha tirado para atrás. Aunque cada día tengo más claro que terminaré comprándome unos Shure más trade o más temprano. Los JBL son unos grandes auriculares, son bonitos, su respuesta es buena y el precio también lo encuentro caro, qué queréis que os diga, además he empezado a pensar que blancos no pegaban con mi iPod touch y he empezado a rallarme, pensando que parte de los 95 son diseño (precioso) pero que con el tiempo, se va desgastando y a ver como acaban, así que he dejado ambos otra vez en su sitio.

Y después de mirar un par más de precios más similares a los Sennheiser, me he ido a por los Altec Lansing. El señor Pumpkin me dijo una vez que él los recomendaba, que estaban muy bien y pensé que seria una buena marca (después he visto que llevan tecnología de UE y que en realidad los que he acabado comprando son los metro.fi). Efectivamente tenían dos auriculares in-ear, más de gama media-alta, unos eran los que he acabado comprando UPH306 a un precio de 69 euros mientras que los otros, los UPH336 estaban a 89 euros. Me he decantando por los primeros, básicamente viendo el precio y que de uno al otro en cuanto a características en sí, tampoco es que fuera un abismo, así que he pensado que mejor quedarme el modelo más económico que sería un paso intermedio entre los Sennheiser y los Shure (o el modelo caro de Altec). Además el modelo superior tiene una forma que fuerza (al igual que los Shure) a llevarlos con el cable por encima del pabellón auricular, lo cual pensaba entonces iluso de mí, que era un engorro, en cambio los que he acabado comprando también ofrecen la posibilidad de llevarlos tipo botón. Así que he pensado que era el paso lógico, de los del iPod a los sony, de éstos a los sennheiser y que ahora tocaba algo intermedio entre ésos y los que valen ya 100 euros. Y al ponermelos, en el tren, en el viaje de vuelta a casa casi me suicido. Se oía a lata de la ostia. MECAGONTÓ, me he comprado una basura de auriculares, pensaba en las palabras de Samuel y pensaba en los 70 eurapios y llegando a las devoluciones del fnac, “es que no me mola como suenan” y claro el tío pensando “macho que eso te lo has metido por la oreja hasta el ano…” pero me he relajado y he dejado pasar un par de canciones.

Luego me he puesto los auriculares como recomiendan, es decir con el cable detrás de la oreja rodeándola hasta insertarlos en el oído un poco inclinados. La clave. Eso ha sido como un click, no sé si habrá sido por eso, o porque ya llevaba un rato con ellos y me he acostumbrado a su sonido pero ahora me parecen PERFECTOS, GENIALES, mucho mejor que los Sennheiser. Mejor en el sentido que el sonido es muchísimo más claro, más limpio, con más matices en la zona media de frecuencias.

Mirad, los Sennheiser son unos cascos fabulosos. Pero yo creo (y eso ya lo noté en un principio) que tienden a hacer los sonidos más graves de lo que en realidad son y pienso que más conforme pasa el tiempo. En cambio estos Altec Lansing quizás sí que pecan un poco de reforzar los agudos y puede dar la sensación en un principio que suenan a lata (y más después de usar unos CX300 que creo que hacen justo lo contrario), pero esa sensación es pasajera y pronto te acostumbras a sus características.

Ahora mismo estoy con el SRS WOW en mi iTunes (lo recomiendo) y los cascos puestos (los recomiendo encarecidamente) con el gran temazo “Sultans of Swing” de los Dire Straits y es casi como el nirvana musical.

Vale ahora ya podéis llamarme puto snob audiófilo de mierda, que me lo merezco.