Hay veces que afortunadamente en el mundo profesional te encuentras con gente muy buena, con gente excelente, gente que a nivel profesional siempre querrías tener en tu equipo.

Y no estoy excluyendo a jefes, de hecho cuando escribo estas líneas estoy pensando en alguien que me supervisó durante un periodo de tiempo relativamente corto pero con el que aprendí horrores. De hecho, él solito se encargó de tirar por los suelos muchas de las ideas preconcebidas que tenía sobre el mundo de la consultoría demostrandomelas implícitamente con su trabajo y su forma de ser.

Hoy me entero que tras una trayectoria más o menos brillante (o esa es mi opinión que esto es bastante discutible) ha decidido renunciar, dejarlo, acabar con una relación contractual de 8 años en el mundo de la consultoría y dedicarse a otra cosa (no sabe bien a que, o dice no saberlo).

Me ha sorprendido mucho que alguien tan válido decida cambiar de rollo que todavía lo estoy asimilando. Pero son estas cosas las que llevan a plantearte si realmente estás en el sito correcto y si estás haciendo la apuesta de futuro acertada.