Hace unos días uní facebook con twitter. Hay una aplicación para facebook que se encarga de reproducir los tweets en el sistema de notificaciones de la mayor red social del mundo (tan sólo tenéis que buscar twitter en el buscador de facebook).

Decidí usarla, creía que no tenía sentido que en mi facebook no apareciese lo que me ocurre en cada momento del día, así que me dije bueno, pues unamos ambos servicios y como en twitter publico más o menos lo que me va ocurriendo, dije bueno así lo verán mis contactos en facebook. Así pues decidí hacerlo de esta manera en actitud totalmente opuesta a lo que aconsejaba el gran emilcar.

FAIL I. El primer indicador fue un compañero del curro que me hizo un comentario, “coño tu como es que actualizas el facebook de buena mañana”, y le respondí que lo había hecho desde el tren vía twitter con el iPhone (él también tiene uno). Pero eso ya me hizo sospechar de que mi idea no había sido del todo buena, puesto que ahora por decirlo así mi lista de followers engordaba de forma desorbitada.

FAIL II. Me llama mi padre y me pregunta qué tal me encuentro, que mi hermano le había dicho que en internet ponía que me dolía la cabeza. Claro mi padre escandalizado y ya casi se presenta en mi casa con el maletín de urgencias, para yo tranquilizarle diciéndole que era solo una migraña matinal sin importancia.

EPIC CORPORATE FAIL. Uno de mis superiores directos me insinúa que algún comentario que ha visto mío en facebook puede ser susceptible de que alguien se lo tome mal. Que es el problema de las redes sociales, que tenemos que buscar cierta censura y no hablar de según qué temas, etc. Y aquí es cuando se me encienden todas las alarmas y se me hinchan las pelotas de manera palpable. Primero por que siempre vigilo de no extralimitarme en mis comentarios y ser lo más inconcreto posible, de hecho a parte de que el cliente está en Mallorca poca cosa más he dicho tanto en twitter, como aquí en el resistance como en cualquier parte. Y segundo por que el comentario por el que se me llamó la atención no me parece que revista de ninguna gravedad, simplemente decía que a mi juicio podríamos haber solucionado los mismos temas que solucionamos presencialmente de forma remota ¿Entraña esto algún mal? Bueno según la interpretación que se haga sí es cierto que podría estar descalificando algunos aspectos de la gestión, pero en cualquier caso es la puta verdad. De todas formas sí que la situación me ha hecho reflexionar (y mucho) sobre qué podemos y qué no conviene decir en según qué foro.

En definitiva que las medidas que he tomado en base a la experiencia pasan primero por desvincular facebook de twitter. Principalmente por que para leer sobre mi vida cotidiana tienes twitter, me followeas y ya está, de la otra manera estoy yo suscribiendo a mi twitter a todo dios que me tenga agregado en facebook y como hemos aprendido, esto no interesa. En segundo lugar, ciertos temas intentaré no sacarlos ni en twitter, aunque seguiré publicando lo que me salga de las pelotas siempre que lo vea necesario en ese canal. Y finalmente mediré mucho más mis palabras de lo que llevo haciendo para que la gente que me lea no me piense que soy una bomba de relojería andante y que un día de estos se encontrará algo desagradable escrito en internec.