En el terreno deportivo, como culé concretamente, pocas veces he sentido recorriendo por mis venas la EUFORIA en mayúsculas, quizás las dos copas de Europa, el día del 5-0 en el Camp Nou, alguna Liga que se nos ha resistido más de lo normal y lógicamente el día de hoy.

Hoy ha sido la culminación de una temporada antológica, una temporada que muchos culés recordaremos por mucho tiempo, un equipo que cuando juegan definen qué es jugar al fútbol con estilo. Es una marca propia, un sello de identidad, algo sin duda muy difícil de conseguir y que además no termina en eso si no que desarman al rival y le endosan una goleada. Creo que algún jugador rival dijo no hace mucho algo con mucho acierto al preguntarle cómo harían para vencer al Barcelona, más o menos vino a decir “Tienen que tener un mal día y nosotros hacerlo todo bien, y aún así, no estoy seguro que podamos ganarles”.

Hacerle 6 goles al Madrid en el Santiago Bernabéu creo que no pasaba por los deseos del más optimista, bueno algún loco metió en la porra de twitter ese resultado, pensando que era realmente imposible que eso sucediera, pero mira por donde acabó materializándose y convirtiéndose en una de las mejores noches de barcelonismo que yo pueda recordar. Y es que el partido de hoy salvo los minutos iniciales nos ha hecho vibrar, ha desatado la EUFORIA.