Iba a ponerlo en el mehagustado pero es que prefiero hacer una entrada extensa sobre el conciertazo de ayer de eels en Sala Bikini, BCN. eels es uno de mis grupos favoritos de toda la vida. Los descubrí a los 16 años con el single “Novocaine for the soul” que escuché en un programa de música del Canal33 (autonómica catalana) llamado Sputnik TV. Compré el CD quizás por su portada (bastante freak) que por que realmente el single me emocionase. Eran tiempos en los que eso de comprar CDs era lo más. No estoy seguro pero creo que es uno de los CDs que más veces habré escuchado, es buenísimo, canciones como My Beloved monster se han convertido en verdaderos himnos del Sr. E. Un Sr. E que en ese momento sus logros profesionales crecían y se multiplicaban de forma exponencial mientras su vida personal caía en barrena. Mark Oliver Everett es un auténtico monstruo, un genio, alguien especial que con su música logra atraparte y hacerte disfrutar.

Prueba de ello fue un muy buen amigo mío que ayer me acompañó al concierto. A él también le gustan los eels, pero no de la misma manera, los esuchaba más por mi insistencia y por el boom del “Novocaine for the soul” el primer hit que escuchamos por aquí de eels, que por que le gustaran especialmente, de hecho, tiene pocos discos suyos (yo los tengo todos) pero ayer en el concierto lo disfrutó. Sin conocer apenas las canciones y las que sí conocía, no le sonaban igual puesto que eels las reversinó, tocaron “My beloved monster” en un ritmo rarísimo, también “Mr E’s beautiful blues” a ritmo de Twist&Shout (bastante distinto de cómo suena el original o la versión que aparece en el Useless Trinkets) y también un “I like birds” mucho más pasado de vueltas que la versión del disco, que es claramente más rápida que el anuncio que se popularizó del centro comercial La Maquinista (y que viva su Apple Store, todo está conectado amigos). Mención a parte por el “Summer in the city” de los The Lovin’ Spoonful que bajo el estilo eels quedó perfecta.

Así Mark, enorme barba, gafas de sol negras, pañuelo azul y bata blanca, junto a sus renovados eels, no pararon de tocar en hora y media. Encadenando canción tras canción, apenas pararon unos segundos para que el bueno de Mark presentara a los músicos que le acompañaban. Tocaron gran parte de su repertorio, tocaron bastantes de Souljacker, pero sobre todo centrados en la última trilogía: Hombre Lobo - End Times - Tomorrow morning, algunas canciones que sonaron realmente bien en directo: Prizefighter, Fresh Blood, Souljacker part I, The look you give that guy, Dog faced boy, Jungle Telegraph, Looking Up, Oh So Lovely, Daisies of the galaxy, End Times, I like the way This is Going, Tremendous Dynamite, Spectacular Girl, Little Bird, en fin una noche para enmarcar la que nos dieron los amigos eels.

Fue un verdadero placer poder asistir a un concierto de eels en nuestras tierras, cuando vienen hay que aprovechar. Y tengo muchas ganas de leer su autobiografía, “Things the grandchildren should know”, es un tío al que le han pasado muchas cosas interesantes, con una vida personal muy ajetreada, plagada de desgracias y cómo a pesar de eso, consigue tirar adelante, marcar su estilo y tener la inspiración necesaria para ir sacando discos con temas potentes. Hacen una crónica muy buena del concierto junto con un repaso a las canciones que más gustaron en el diario el mundo.