London Calling volvemos a la pérfida albión a la tierra de Shakespeare, la Union Jack y el Brexit. Estaremos 4 días enteros ahí viviendo la vida londinense de principios de Noviembre (homenaje a Guy Fawkes incluido) en casa de unos amigos. Casualmente en Greenwich, muy cerca del Cutty Sark, el gravemente quemado barco, amarrado todavía en la orilla del río Támesis, insignia de una conocida marca de whisky.

Personalmente tengo unas ganas horribles de hacer este viaje, el tema es que tengo sensaciones un poco contrapuestas o mejor dicho que entran en conflicto unas con otras. Por un lado quiero disfrutar del viaje como es normal y por otro tengo cantidad de curro y cosas a medio terminar que me ha sido imposible cerrar, además del hecho que tengo la firme intención de usar en mi beneficio el cambio de libras a euros que por si no lo habéis mirado, está en un pírrico 1,10-1,11 cuando yo he llegado a verlo a 1,26 y hasta 1,32 o por ahí. Me explayo en todo esto en el post extendido.

Como os decía tengo una sensación de stress muy bestia, porque como decía me apetece un huevo hacer este viaje pero por otro lado, en este momento tengo cantidad de cosas abiertas a nivel laboral, muchos (demasiados diría) proyectos por cerrar, tareas que requieren de mi atención (cuando a veces no debería) y un sinfín de, no sé cómo definirlo, carousel deportivo diario a lo “Gool en las Gaunas” y venga, interrumpe lo que estabas haciendo para cubrir la noticia. Eso me lastra a la hora de querer hacer el viaje, pero no porque no me haga ilusión si no porque el sentido de la responsabildad me indica que quizás debiera haber cerrado más cosas para poder disfrutarlo a tope, en serio.

Uno se resigna, es lo que hay. Ahora no podemos echarnos atrás y tan solo me queda la jornada de mañana para cerrar lo que pueda y a las 15h salir escopeteado al aeropuerto intentado dejar atrás neuras laborales (por la cuenta que me trae mejor que así sea). Además de eso, tengo un tema pendiente de hace tiempo y es que creo que me toca renovar el iPhone, después del ¡iPhone 4! que fue el último que me compré de mi bolsillo (el resto han sido de empresa). Así que intentaré otra vez, beneficiarme del cambio de divisa para hacerme con un iPhone 7 Plus. El salto del iPhone 5S al 7 Plus es un salto cuántico que provoca en uno todo un sinfín de preguntas ¡madre mía! ¿estaré a la altura? ¿se me rompera a los dos días por gañán? y otras similares. Pero además me lo complico porque desde que lo lanzaron me encanta la versión Jet Black, que como sabéis es de mírame y no me toques. ¿Qué funda le comprarás? y así hasta hartarse. Claro no contento con todo esto, hay que montarse un plan genial para apatrullar las Apple Stores del Reino (Unido) e intentar reservar un recogida en tienda, cosa que ya os digo por si no lo habéis mirado últimamente, es un desespero porque hay 3 modelos que se agotan en minutos, vamos que dar en el clavo y reservar el que andas buscando ºes casi como si te toca la lotería. Así que sí, además hay este componente que le añade, por si no fuera el cóctel cargado, un buen lingotazo más de whisky, Cutty Sark por supuesto.

Bien, sigamos, además de lo anterior nos alojaremos en casa de unos amigos que amablemente nos cederán una Restform y un pedacito de su comedor, poara descansar las posaderas pero claro ahí está también el tema de la incomodidad y de bueno montar un viaje organizando a 5 personas de un sitio al otro, cosa que ya os digo que aunque les aprecio muchísimo, a mí personalmente no me agrada mucho. Es más dudo si pillarme la cámara (me la acabaré llevando) pero me da bastante palo hacer fotos (tengo millones de fotos de London) lo cual me produce un desasosiego fuerte, porque ¿estaré realmente peridendo interés en la fotografía?.

El consuelo que nos queda es que voy a un sitio a disfrutarlo, que me encanta, en el que me siento bien, en el que la gente es organizada, hablan un idioma que se entiende, de un tiempo a esta parte tratan con respeto a los guiris, y muchas otras cosas buenísimas que trae el viaje a Londres, que sin duda compensarán todos los nervios acumulados y vertidos en estas líneas. En fin, deseadme suerte.